Recomendaciones de la Secretaría de Salud ante el Huracán Lidia

La dependencia estatal indicó que los centros de Salud en los municipios afectados se mantienen alertas

Ante la llegada del Huracán “Lidia” al estado de Jalisco, donde se pronostican lluvias intensas a puntuales torrenciales, viento con rachas fuertes y oleaje elevado durante la tarde-noche de este martes, la Secretaría de Salud Jalisco (SSJ), emite medidas preventivas y recomendaciones para reducir riesgos a la salud entre la población en general.

El Servicio Meteorológico Nacional (SMN) de la Comisión Nacional del Agua (Conagua), en su más reciente actualización dio a conocer que “Lidia” alcanzó ya la categoría 4 en la escala Saffir-Simpson.

De acuerdo con el Aviso Meteorológico de las 15:45 horas, su centro se ubica aproximadamente a 130 kilómetros (km) al suroeste de Cabo Corrientes y a 175 km al suroeste de Puerto Vallarta; ambas, localidades de Jalisco. Tiene vientos máximos sostenidos de 220 kilómetros por hora (km/h), rachas de 260 km/h y desplazamiento hacia el este-noreste a 26 km/h.

Ante este panorama, el Programa de Emergencias en Salud de la SSJ, comparte las acciones a realizar Antes, Durante y Después de este huracán.

Es importante mencionar que las enfermedades que más se presentan ante un fenómeno hidrometeorológico son: Infecciones de vías respiratorias (exacerbaciones, neumonía, entre otras), Otitis o inflamación del oído, Conjuntivitis, Enfermedades diarreicas y Enfermedades transmitidas por vector (dengue).

El llamado, con especial énfasis de la población que habita cerca de ríos, arroyos o zonas de riesgo, es poner atención al cambio de nivel o fuerza de la corriente, que puede modificarse en segundos.

Durante todo momento y tras el paso del huracán se recomienda mantener las medidas de higiene y lavarse las manos frecuentemente: antes de cocinar, después de ir al baño, después de toser o estornudar, tras brindar atención a una persona enferma o de acariciar a una mascota.

Es importante cambiar de inmediato la ropa húmeda en caso de mojarse, y al toser o estornudar se debe de cubrir boca o nariz con un pañuelo desechable o con el ángulo interno del codo.

Igualmente se pide no ingerir agua o alimentos que hayan estado en contacto directo con las aguas de la inundación porque puede estar mezclada con aguas negras; entre otras recomendaciones de relevancia.

Qué hacer “Antes”:

Mantenerse informado sobre las condiciones meteorológicas en sus lugares de residencia, tener presente su plan familiar de protección civil y atender las recomendaciones del Sistema Nacional de Protección Civil.
Establecer rutas de salida de casa o trabajo.
Mantener almacenada una reserva de agua potable, alimentos y ropa en lugares bien resguardados.
Contar con botiquín básico de primeros auxilios.
Contar con lámpara de emergencia y radio de baterías.
Mantener limpias azoteas, desagües, canales y coladeras.
Barrer de forma regular las calles dejando libre las alcantarillas.

Qué hacer “Durante”:

Conservar la calma, estar pendientes de la situación climática y los avisos oficiales a través de los medios de comunicación.
Prepararse para trasladarse a un lugar seguro si llegara a ser necesario.
Evitar salir a la calle innecesariamente cuando esté lloviendo.
Evitar cruzar calles con corrientes de agua crecidas, hasta que el nivel del agua baje.
No acercarse a los árboles ni postes o cables de electricidad averiados.
Desconectar los servicios de luz y gas.
En caso de tener que salir, hacerlo abrigados, con sombrillas o impermeables y calzado adecuado.
Extremar precauciones al transitar por brechas y caminos rurales ante baja visibilidad, terreno resbaladizo, posibles deslaves de sierras o avenidas súbitas de agua con material de arrastre.
Evitar que los menores jueguen en los arroyos, ríos o causes de corrientes pluviales o en zonas de inundación.
Evitar realizar actividades / deporte de riesgo (vehículos todo terreno, motocicletas, cuatrimoto, etcétera) en los arroyos, ríos o causes de corrientes pluviales o en zonas de inundación.
Extremar precauciones a la navegación por la presencia de oleaje elevado, así como la realización de actividades turísticas, recreativas y comerciales en el mar y zona de playas.
Evitar contacto directo con el agua de la inundación, ya que puede estar mezclada con aguas negras y/o excretas.
Si vive cerca de un canal o arroyo, manténgase alerta a cualquier cambio súbito en los niveles y turbulencia del agua. Estos cambios pueden indicar que han ocurrido movimientos.
Si se ha tenido contacto con el agua de la inundación y presentan: heridas, ojos rojos, vómito, diarrea y náuseas, tos, lesiones en piel, debilidad, dolor de cabeza o muscular, fiebre o ante alguna enfermedad acudir a la unidad de salud más cercana para su atención.

Qué hacer “Después”:

No tomar agua ni alimentos que hayan estado en contacto directo con las aguas de la inundación.
Consumir agua embotellada, hervida o desinfectada con plata coloidal.
Desalojar el agua estancada para evitar la reproducción de mosquitos.
En caso de inundación ventilar perfectamente el lugar y esperar que esté perfectamente seco y realizar limpieza del hogar al bajar el nivel del agua, para ello utilizar, botas de plástico, guantes y cubrebocas.
Lavar y desinfectar muebles, ropa, utensilios y otros objetos que estuvieron en contacto con las aguas contaminadas.
Si existen animales muertos o comida en mal estado enterrarla cubriéndola con cal.
En caso de que la población requiera ser trasladada a un albergue temporal se recomienda:
Llevar únicamente las pertenencias necesarias.
No olvide medicamentos de uso crónico.
Dejar mascotas y animales de corral en áreas protegidas o seguras.
Cerrar llaves de agua y gas, desactivar energía eléctrica.
Seguir rutas de evacuación oportunamente.