Contradicción en San Lázaro

Contradicción en San Lázaro, Diputados de Morena organizan en pleno recinto legislativo «fiesta» con Sonora Santanera mientras Sheinbaum tacha de «insensibles» al PAN por relanzar su imagen en plena crisis.

 

En un evidente acto de doble moral que ha desatado críticas en redes sociales y medios de comunicación, el Grupo Parlamentario de Morena en la Cámara de Diputados interrumpió este martes una sesión legislativa clave para rendir un «homenaje cultural» a la Sonora Santanera, convirtiendo el Palacio Legislativo en un improvisado salón de baile.

El evento, promovido por el diputado Sergio Mayer Bretón, coincidió con las declaraciones de la presidenta Claudia Sheinbaum, quien apenas el lunes anterior calificó de «insensibles» y carentes de «empatía» al Partido Acción Nacional por presentar su renovación de imagen en medio de la emergencia nacional por inundaciones que ha afectado a miles de familias en estados como Veracruz, Hidalgo y Puebla.

La sesión del Pleno, dedicada a aprobar reformas a la Ley Aduanera para combatir la evasión fiscal, un tema de impacto económico directo, fue pausada abruptamente para dar paso al concierto de la legendaria agrupación tropical, que celebraba sus 70 años de trayectoria.

Legisladores morenistas como Sergio Mayer, Sergio Gutiérrez Luna, vicepresidente de la Mesa Directiva, Francisco Javier Borrego Adame y Diana Karina Barreras abandonaron sus curules para bailar al ritmo de éxitos como «El Mudo», «La Boa» y «Perfume de Gardenias».

Incluso, el hijo del senador Ignacio Mier, Carlos Ignacio Mier Bañuelos, se unió a la coreografía, mientras trabajadores administrativos del recinto se sumaban al jolgorio.

El concierto se realizó en el Auditorio Aurora Jiménez del Palacio Legislativo de San Lázaro en la Ciudad de México.

Este «pequeño concierto», como lo describió Mayer desde el Pleno, culminó con la entrega de un reconocimiento oficial del Grupo Parlamentario de Morena a la Sonora Santanera, firmado por el coordinador Ricardo Monreal y otros diputados.

Gutiérrez Luna defendió el acto hoy en entrevistas, insistiendo en que «no fue una fiesta, sino un evento cultural» que enriquece el acercamiento de la Cámara con la industria musical mexicana.

Sin embargo, la justificación choca frontalmente con el contexto de crisis: Veracruz, bastión morenista gobernado por Rocío Nahle, reporta decenas de miles de damnificados, viviendas destruidas y comunidades incomunicadas por las lluvias torrenciales que han dejado al menos 72 muertos en el país.

Apenas 24 horas antes, durante su conferencia matutina del 20 de octubre, Sheinbaum había arremetido contra el PAN por organizar una marcha y presentación de su nuevo logotipo, lema y colores en el Frontón México, el 19 de octubre.

«Tienen muy poca sensibilidad el día que lo hicieron, hay decenas de miles de familias damnificadas y en medio de eso se hace un relanzamiento de un partido político», espetó la mandataria, ironizando que «una nueva imagen no cambia lo esencial» y que el blanquiazul sigue siendo «el mismo partido con los mismos políticos y los mismos ideales».

Sheinbaum enfatizó que el PAN pudo haber pospuesto el evento «al menos 15 días» para priorizar la emergencia, acusándolo de falta de «amor al pueblo».

La hipocresía de Morena salta a la vista: mientras la presidenta exige empatía y posposición de actos partidistas en tiempos de tragedia, sus aliados en el Legislativo convierten un recinto público en epicentro de un pachanga que distrae de debates urgentes.

Si el PAN merecía el adjetivo de «insensible» por un relanzamiento de marca, ¿cómo calificar este «bailongo» en San Lázaro? ¿Vanidad cultural o puro escapismo político?

Morena, que se jacta de ser el partido del pueblo, parece haber olvidado que la empatía no se baila: se vive.