Manifestantes en Oxnard, California, quemaron una bandera de EE.UU. en protesta contra las recientes deportaciones masivas. El acto generó un intenso debate en redes sociales.
Las recientes deportaciones masivas implementadas por el gobierno de Estados Unidos han desatado una fuerte reacción entre la comunidad latina. El pasado domingo 2 de febrero, cientos de manifestantes salieron a las calles en distintas ciudades de California para exigir el cese de estas medidas. Sin embargo, en Oxnard, la protesta adquirió un tono polémico cuando un grupo de jóvenes quemó una bandera estadounidense, un acto que fue captado en video y rápidamente se viralizó en redes sociales.
BREAKING: Migrants burn an American flag while waving foreign flags during a protest against the deportations in Oxnard, CA:
#Zelena & The 31% pic.twitter.com/4RuuzFWwQ7
— Real Life Footage (@RealLifeFootage) February 2, 2025
Las imágenes muestran a los manifestantes colocando la bandera en el suelo y prendiéndole fuego mientras gritan consignas y ondean banderas mexicanas. Para intensificar las llamas, algunos arrojaron un líquido inflamable, lo que avivó la escena y generó reacciones encontradas.
Reacciones divididas en redes sociales
El video rápidamente se difundió en plataformas digitales, provocando un acalorado debate. Mientras algunos justificaron el acto como una forma legítima de protesta ante las políticas migratorias, otros lo rechazaron, argumentando que daña la imagen de la comunidad mexicana en Estados Unidos.
«Entiendo la rabia, pero hay mejores maneras de protestar», expresó un usuario. Otro comentó: «Defender derechos no significa faltar el respeto a otros símbolos nacionales».
Por otro lado, quienes respaldaron la acción argumentaron que es una forma de resistencia frente a las deportaciones. «Es un símbolo de un sistema que nos está oprimiendo. No podemos quedarnos callados», afirmó otro internauta.
El contexto de las protestas
Las manifestaciones contra las deportaciones no son un fenómeno nuevo, pero la tensión ha aumentado en los últimos meses debido al endurecimiento de las políticas migratorias. Miles de inmigrantes viven con incertidumbre sobre su futuro en el país, temiendo ser separados de sus familias y deportados a sus países de origen.