
Más de 770 menores de edad son deportados a Jalisco, al menos 376 se tratan de migrantes solos, es decir que viajan sin la compañía de sus padres o un adulto.
Según información del gobierno federal, desde 2021 más de 770 niñas, niños y adolescentes originarios de Jalisco han sido deportados desde Estados Unidos entre 2021 y 2025, de los cuales al menos 376 migraban sin compañía adulta.
De acuerdo a datos del Boletín de Estadísticas Migratorias del gobierno federal, persiste la tendencia de infancias que cruzan la frontera en condiciones de alta vulnerabilidad y sin redes de protección.
Especialistas advierten que la migración infantil no acompañada conlleva altos riesgos de violencia, trata y desaparición.
Los menores migrantes no acompañados enfrentan múltiples riesgos en su travesía, especialmente al cruzar fronteras de manera irregular. Estos peligros se presentan en el origen, tránsito y destino.
Los menores son vulnerables a abusos físicos, sexuales y psicológicos, así como a la trata de personas y explotación laboral o sexual por parte de traficantes («coyotes») o grupos del crimen organizado.
Ellos son más propensos a enfrentar condiciones extremas como deshidratación, enfermedades (diarrea, infecciones respiratorias), lesiones graves o incluso la muerte en rutas peligrosas como la selva del Darién o al cruzar ríos como el Bravo.
Además por la exposición a violencia, incertidumbre y separación familiar podrán generar traumas, depresión, ansiedad y trastorno de estrés postraumático.
Los menores no acompañados, especialmente aquellos con discapacidades, indígenas o de la comunidad LGBTQI+, son aún más vulnerables. La falta de políticas migratorias específicas y de sistemas de protección agrava estos riesgos. Organizaciones como UNICEF promueven modelos de cuidado alternativo, como albergues y acogimiento familiar, para mitigar estas amenazas.
