Estados Unidos confirma aplicación de aranceles recíprocos a partir del 1 de agosto, esta medida, que busca igualar las tarifas comerciales que otros países imponen a las exportaciones estadounidenses
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, anunció este martes que no habrá nuevas prórrogas para la implementación de los denominados “aranceles recíprocos”, los cuales entrarán en vigor a partir del 1 de agosto de 2025.
Esta medida, que busca igualar las tarifas comerciales que otros países imponen a las exportaciones estadounidenses, tendrá implicaciones significativas para los socios comerciales de Estados Unidos, incluido México, aunque este último mantiene un trato preferencial gracias al Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá.
La política de aranceles recíprocos, anunciada inicialmente el 2 de abril de 2025, establece un arancel base del 10% para la mayoría de los productos importados a Estados Unidos, con tasas más altas para países con déficits comerciales significativos.
Trump ha defendido esta medida como un mecanismo para corregir desequilibrios comerciales y proteger la industria estadounidense, afirmando que “los países que nos cobran aranceles altos pagarán lo mismo” a partir del 1 de agosto.
México, junto con Canadá, ha sido excluido de la lista de países sujetos a los aranceles recíprocos debido al T-MEC, que garantiza condiciones preferenciales para el comercio entre las tres naciones.
El presidente Trump destacó que los bienes que cumplen con los requisitos del T-MEC seguirán exentos de estas nuevas tarifas. Sin embargo, las exportaciones mexicanas que no se ajusten al tratado enfrentan aranceles del 25%, especialmente en sectores como el automotriz, acero y aluminio.
A pesar de esta exención, México no está completamente al margen de las políticas arancelarias de Trump. Desde marzo de 2025, Estados Unidos impuso aranceles del 25% al acero y aluminio mexicanos, y recientemente se anunció una tarifa del 50% para estos productos, lo que ha generado preocupación en la industria mexicana.
Además, se prevé un arancel del 20.91% al tomate mexicano, lo que podría reducir las exportaciones de este producto en un 25%, afectando ventas por 3,161 millones de dólares y medio millón de empleos