
Jalisco lidera en personas desaparecidas con 16,421 casos, la entidad supera a Tamaulipas, con 12,282 casos, y el Estado de México, con 10,437, en el contexto de una crisis nacional que suma más de 130,000 personas desaparecidas.
Jalisco se consolida como la entidad con el mayor número de personas desaparecidas y no localizadas en México, registrando 16,421 casos hasta el cierre de Julio de 2025, según datos compartidos en plataformas digitales. Esta cifra posiciona al estado por encima de Tamaulipas, con 12,282 casos, y el Estado de México, con 10,437, en el contexto de una crisis nacional que suma más de 130,000 personas desaparecidas.
De acuerdo con el Registro Nacional de Personas Desaparecidas y No Localizadas (RNPDNO), hasta el 21 de marzo de 2025, Jalisco reportaba 15,042 casos, de los cuales 84 se registraron en los últimos cinco meses de ese período.
La crisis, que ha ido en aumento desde 2008, afecta principalmente a hombres de entre 20 y 39 años, con Zapopan y Guadalajara como los municipios con mayor incidencia, acumulando 2,774 y 2,653 casos, respectivamente.
El hallazgo de crematorios clandestinos en el rancho Izaguirre, en Teuchitlán, ha evidenciado la gravedad del problema, vinculado en parte a la actividad del Cártel Jalisco Nueva Generación.
Durante la administración de Enrique Alfaro se reportaron 6,727 nuevos casos, y en los primeros meses del gobierno de Pablo Lemus, iniciado en diciembre de 2024, se han registrado 35 desapariciones adicionales. Además, se han identificado 192 sitios de inhumación clandestina desde 2018, con 1,916 cuerpos localizados, de los cuales 1,027 han sido identificados.
La sociedad civil ha respondido con la creación de al menos 60 colectivos de búsqueda, como FUNDEJ, Por Amor a Ellxs y Madres Buscadoras de Jalisco, que trabajan ante la insuficiencia de respuestas institucionales.
Justamente el pasado jueves, en un hecho histórico, la Fiscalía General de Jalisco ofreció una disculpa pública por omisiones en la investigación de cuatro desapariciones ocurridas en 2010, marcando un precedente en el estado.
Sin embargo, familiares y colectivos denunciaron que el acto no cumplió con las expectativas de dignificación y justicia.
La crisis de desapariciones en Jalisco sigue reflejando fallas estructurales en seguridad y justicia, dejando a miles de familias en la incertidumbre.
