Fiscalía de Jalisco investiga como homicidio la muerte de Alejandro Garín en un anexo de Guadalajara; la madre había denunciado omisiones y contradicciones por parte de las autoridades, tras ello se revelaron evidencias de golpes y posibles signos de tortura.
La Fiscalía General del Estado de Jalisco confirmó que la muerte de Alejandro Garín Velasco, de 35 años, ocurrida el pasado 29 de septiembre en un centro de rehabilitación en la colonia Ladrillera de Analco, Guadalajara, se investiga como homicidio, tras revelarse evidencias de golpes y posibles signos de tortura, en lugar de un accidente como se reportó inicialmente.
El Fiscal General, Salvador González de los Santos, informó este jueves que la investigación continúa avanzando con la recolección de pruebas periciales, incluyendo la autopsia que descartó la versión preliminar de una caída desde una litera.
«Las lesiones observadas en el cuerpo de Alejandro sugieren un homicidio, y estamos trabajando para esclarecer los hechos con todas las herramientas a nuestra disposición», señaló González de los Santos.
Alejandro Garín ingresó voluntariamente al anexo «Renacer» el 28 de septiembre para recibir tratamiento por adicciones. Horas después, el 29 de septiembre, el personal del centro alertó a las autoridades reportando que el joven había «caído de una litera» durante la madrugada, lo que derivó en su traslado al Hospital General de Occidente, donde falleció poco después por las lesiones sufridas.
Sin embargo, la autopsia realizada por la FGEJ reveló múltiples contusiones en el cuerpo, signos de asfixia y posibles huellas de ataduras, lo que apunta a un acto de violencia intencional. La madre de Alejandro, Georgina Velasco, denunció públicamente que su hijo fue «amarrado, drogado con clonazepam y golpeado hasta morir» por personal del anexo, liderado por un individuo identificado como Carlos Abelardo.
En un video difundido en redes sociales, Georgina relató que el centro intentó encubrir el hecho justificando las lesiones con la caída accidental, y exigió justicia ante lo que califica como «tortura».
Georgina Velasco ha exhibido públicamente graves omisiones y contradicciones por parte de la Fiscalía y el personal del anexo.
Entre las irregularidades denunciadas se encuentran:
Retraso en la atención inicial: A pesar de que el anexo llamó al 911 a las 4:30 a.m., Alejandro no recibió atención médica inmediata y fue trasladado hasta las 6:00 a.m., lo que agravó su estado.
Falta de peritajes oportunos: La familia alega que no se preservó la escena del crimen en el anexo, permitiendo que posibles evidencias se alteraran.
Contradicciones en testimonios: El personal del centro cambió su versión de los hechos al ser confrontado por la madre, pasando de «accidente» a admitir «un forcejeo» con Alejandro.
Ausencia de medidas de protección: Georgina reportó que, pese a sus denuncias previas sobre el anexo, las autoridades no actuaron con celeridad para investigar irregularidades en el centro.
«Mi hijo no se cayó, lo mataron a golpes. ¿Cómo es posible que un lugar que debería ayudar termine siendo un sitio de horror? Exijo que investiguen a fondo y castiguen a los responsables», declaró la madre en una entrevista.
La familia ha solicitado que el caso sea atraído por la Fiscalía General de la República debido a posibles nexos con redes de trata o violencia en centros de rehabilitación no regulados, un problema recurrente en Jalisco.
La Fiscalía detuvo a cuatro personas vinculadas al anexo, incluido el responsable Carlos Abelardo, están a disposición del Ministerio Público por su presunta participación.
Además el anexo «Renacer» fue clausurado temporalmente, y se investiga si opera sin permisos oficiales.
González de los Santos enfatizó que «no se tolerarán encubrimientos» y que la Fiscalía colabora con colectivos de familiares de víctimas para transparentar el proceso.