Indignación en Zapopan por caso de maltrato animal, el brutal ataque a machetazos contra un perro se registró en la Colonia El Batán, el causante fue un hombre vecino de la zona que sufre de adicciones, el pobre animal sufrió heridas graves en una de sus orejas, que fue prácticamente desprendida, así como en las patas y el hocico.
Un nuevo caso de maltrato animal ha sacudido a la comunidad de la colonia El Batán, en Zapopan, donde un perro de raza mediana fue víctima de un violento ataque con machete perpetrado por un conocido adicto de la zona.
El incidente, ocurrido en la madrugada del 23 de octubre, ha generado una ola de repudio entre los vecinos, quienes exigen acciones inmediatas de las autoridades para evitar más agresiones.
Según el testimonio de residentes locales, el animal sufrió heridas graves en una de sus orejas, que fue prácticamente desprendida, así como en las patas y el hocico.
Esta mañana, el perro yacía agonizante en medio de un charco de sangre en la intersección de las calles José Palomar y Álvaro Obregón, a escasos metros de la vivienda de su agresor. «Es un monstruo que anda suelto; ya ha herido a otros perros de la cuadra y nadie hace nada», denunció una vecina anónima, quien prefirió no identificarse por temor a represalias.
El presunto responsable, apodado «El Pibens» por los habitantes del sector, es un individuo conocido en la zona por su adicción a las drogas y un historial de comportamientos violentos.
Vecinos aseguran que no es la primera vez que ataca a mascotas con el machete, lo que ha convertido la cuadra en un ambiente de constante inseguridad.
Elementos de la Policía Municipal de Zapopan llegaron al lugar horas después del reporte, pero según fuentes locales, solo acordonaron la zona sin proceder a una captura.
Este suceso se suma a una creciente preocupación por el maltrato animal en la Zona Metropolitana de Guadalajara, donde en lo que va del año se han registrado al menos 150 denuncias similares.
Expertos en bienestar animal advierten que casos como este no solo afectan a las víctimas directas, sino que representan un riesgo para la seguridad pública, ya que la violencia contra animales a menudo es precursora de agresiones contra personas.