
Trump advierte sobre posibles ataques terrestres contra cárteles de drogas en cualquier país. Esto representa una escalada en la estrategia antidrogas de su administración y ha generado tensiones diplomáticas inmediatas con países como Venezuela y Colombia.
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, intensificó su retórica contra el narcotráfico al advertir que cualquier nación involucrada en la producción o tráfico de drogas hacia territorio estadounidense podría ser blanco de ataques militares, incluyendo operaciones terrestres.
La declaración, emitida durante una reunión de gabinete en la Casa Blanca, representa una escalada en la estrategia antidrogas de su administración y ha generado tensiones diplomáticas inmediatas con países como Venezuela y Colombia.
Trump reiteró que los ataques contra cárteles de la droga en territorio venezolano iniciarán «muy pronto», expandiendo la operación militar «Lanza del Sur» (Southern Spear), que desde septiembre ha destruido 21 embarcaciones sospechosas de transportar drogas en el Caribe y el Pacífico oriental, resultando en la muerte de al menos 82 personas, según datos del Pentágono.
El mandatario enfatizó que estas acciones no se limitarán a Venezuela, señalando explícitamente a Colombia por su presunta producción de cocaína: «He oído que Colombia produce cocaína, tienen plantas de fabricación, y luego nos la venden. Cualquiera que haga eso y la venda a nuestro país está sujeto a ataques, no necesariamente solo Venezuela» dijo.
El presidente describió las operaciones terrestres como «mucho más sencillas» que las marítimas, afirmando que el Departamento de Defensa conoce «las rutas que utilizan, dónde viven y todo sobre ellos».
Esta fase incluiría golpes directos contra presuntos narcoterroristas, clasificados por Washington como organizaciones terroristas extranjeras, como el Cártel de los Soles en Venezuela –presuntamente liderado por el presidente Nicolás Maduro– y grupos como el Tren de Aragua.
Trump defendió la legalidad de estas medidas como un derecho de autodefensa ante la «ola de drogas» que, según su gobierno, causa miles de muertes por sobredosis en EE.UU., principalmente por fentanilo y cocaína provenientes de América Latina.
