
En una taquería localizada en Houston, Texas, un presunto asaltante fue abatido a tiros por un comensal, cuando el delincuente intentaba robar a los clientes amenazándolos con una pistola de juguete.
Según informó el gobierno de Houston, los testigos dijeron a la policía que el sospechoso entró en el restaurante y apuntó con una pistola a los clientes mientras exigía su dinero. Cuando el supuesto ladrón recaudó el efectivo de los clientes, uno de ellos, descrito como un hombre blanco o hispano, sacó un arma propia y disparó al sospechoso en varias ocasiones.
El tirador recogió el dinero robado del presunto asaltante y lo devolvió a sus dueños, para después, él y otros clientes huir de la escena.
HOUSTON, TEXAS / Asalto a mano armada en la taquería El Ranchito #4 terminó en el agresor asesinado por uno de los comensales, luego este se va del lugar, no sin antes devolver lo atracado. El agresor de unos 20 años de edad y la pistola que empuñaba era de plástico, no era real. pic.twitter.com/Cq2e6UemXs
— Jon Tapia Pro (@JonTapiaSS) January 8, 2023
Los estatutos de Texas permiten que alguien se defienda si siente que su vida está en peligro, aunque la línea entre lo que constituye la autodefensa y la fuerza innecesaria puede estar bien.
Será un gran jurado de Texas el que deberá ahora considerar el caso. Sin embargo, hay duda de si actuó o no en defensa propia. En caso afirmativo, el autor de la muerte debe quedarse en esos casos en la escena del crimen.
Thomas Nixon, ex oficial de policía de Houston y ahora abogado, dijo a KPRC-TV que el cliente estaba dentro de sus derechos bajo la ley de Texas.
«La persona a la que disparó estaba en proceso de cometer un robo y, en consecuencia, su uso de la fuerza en defensa de sí mismo y de terceros inocentes está completamente justificado», dijo Nixon. «Tenía razonablemente miedo a lesiones corporales graves o a la muerte».
Por su parte, Pedro López, dueño del restaurante, dijo a ABC13 que él y sus empleados todavía están en shock.
Información y foto de Milenio
