
Chema Martínez regidor irresponsable, el edil de Morena en el Cabildo Tapatío acumula 11 faltas por solo 12 asistencias mientras percibe un sueldo mensual de casi 90 mil pesos más 105 mil pesos por gastos de oficina, pagados con recursos públicos.
José María «Chema» Martínez, regidor de Morena en el Ayuntamiento de Guadalajara, se ha convertido en el símbolo de la irresponsabilidad política al acumular un récord alarmante de inasistencias a las sesiones de cabildo.
Con 11 faltas y apenas 12 asistencias en lo que va de su gestión, Martínez no solo ha incumplido con su deber como representante ciudadano, sino que ha evidenciado una falta de compromiso con las problemáticas que aquejan a la ciudad, mientras percibe un sueldo mensual de casi 90 mil pesos más 105 mil pesos por gastos de oficina, pagados con recursos públicos.
El regidor, quien también fue candidato a la alcaldía tapatía en las elecciones de 2024, parece priorizar sus intereses personales o políticos sobre las responsabilidades que juró cumplir al asumir su cargo el pasado 28 de noviembre de 2024.
Su historial de ausencias no es nuevo: durante su etapa como diputado en la Sexagésima Tercera Legislatura del Congreso de Jalisco, Martínez acumuló 31 faltas a sesiones de pleno, colocándose como el cuarto legislador más faltista, además de liderar las inasistencias en tres comisiones clave: Hacienda, Gestión Metropolitana y Participación Ciudadana.
Esta reiterada conducta pone en entredicho su capacidad para desempeñar un cargo público y su compromiso con los tapatíos que confiaron en él.
Martínez ha optado por ausentarse de las discusiones y decisiones que podrían mitigar estas problemáticas. Su ausencia en una sesión extraordinaria para nombrar a una nueva tesorera, justificada como una protesta contra una decisión «autoritaria e improvisada», no hace más que reforzar la percepción de que su prioridad no es el bienestar de la ciudad, sino el cálculo político.
La actitud de Martínez contrasta con su discurso crítico hacia la administración de Verónica Delgadillo, a la que acusa de «gobernar para la selfie» y de negligencia en temas como las inundaciones y la seguridad.
Sin embargo, ¿cómo puede un regidor exigir resultados cuando no asiste a las sesiones donde se toman las decisiones? Su inasistencia recurrente no solo debilita la representación de Morena en el cabildo, sino que traiciona la confianza de los ciudadanos que esperan soluciones concretas a problemas urgentes.
La ciudadanía merece representantes comprometidos que asistan, participen y propongan soluciones, no figuras que se escuden en excusas débiles como «esdeke no puedo ir» mientras cobran puntualmente del erario público.
Es hora de que José María Martínez rinda cuentas por su negligencia y demuestre si está a la altura del cargo que ostenta. De lo contrario, su paso por el cabildo no será más que una mancha en la historia política de Guadalajara.
