
Guadalajara retira papeleras «inteligentes», el Gobierno Tapatío no renovará la concesión con SULO y será la propia administración municipal quien asume control para optimizar servicios.
El Gobierno Municipal de Guadalajara, encabezado por la presidenta Verónica Delgadillo, decidió no renovar la concesión con la empresa SULO, responsable de las 4,743 papeleras «inteligentes» instaladas en la ciudad durante los últimos 15 años.
Con esta medida ha iniciado el retiro gradual de estos contenedores, propiedad de la concesionaria, lo que ha generado preocupación entre ciudadanos por el posible aumento de basura en las calles del Centro Histórico, la colonia Americana y el barrio de Santa Tere, donde se concentraban principalmente.
De acuerdo con el coordinador de Servicios Públicos, Oscar Villalobos, las papelera, adquiridas originalmente en la administración de Aristóteles Sandoval en 2010, nunca incorporaron la tecnología de sensores prometida para medir su nivel de llenado, lo que las convirtió en un servicio ineficiente y costoso para el erario.
El municipio destinaba anualmente 78 millones de pesos a SULO por la recolección de aproximadamente 1,000 toneladas mensuales de residuos en estas papeleras y 277 puntos limpios asociados, de los cuales 80 operaban con separación diferenciada.
Ahora, el gobierno tapatío asumirá directamente la operación y limpieza de los puntos limpios existentes, manteniendo las rutas de recolección iniciadas en diciembre de 2024, con una eficiencia reportada del 95%.
Villalobos enfatizó que no se contempla la instalación de nuevas papeleras en el corto plazo, ya que el municipio cuenta con capacidad propia para el servicio mediante programas como los «Escuadrones de la Limpieza».
Esta decisión forma parte de una estrategia más amplia para optimizar la gestión de residuos y reducir gastos, alineada con el incremento del 34% en el presupuesto de Servicios Públicos para 2025, que alcanza los 3,000 millones de pesos.
Sin embargo, la cancelación se produjo sin notificación pública previa, lo que ha provocado quejas en redes sociales, donde usuarios reportan montones de basura en banquetas y cuestionan el impacto en la higiene urbana.
Autoridades municipales evalúan la posibilidad de reincorporar papeleras en puntos críticos solo si es «absolutamente necesario», priorizando un nuevo modelo de gestión de residuos que aborde irregularidades previas, como contenedores rebosantes que generaban quejas de comercios y visitantes.
