Detienen a Uriel Rivera, el hombre que acosó y manoseó a la presidenta, durante la mañanera de este miércoles Claudia Sheinbaum dió a conocer la detención y confirmó la denuncia formal.
La presidenta Claudia Sheinbaum confirmó este miércoles que presentó una denuncia penal contra Uriel Rivera Martínez, el sujeto que la acosó sexualmente el martes 4 de noviembre en el Centro Histórico de la CDMX.
El agresor, quien se encontraba en estado de ebriedad, fue detenido esa misma noche y remitido a la Fiscalía de Investigación de Delitos Sexuales.
Durante su conferencia matutina en Palacio Nacional, Sheinbaum relató los hechos: mientras caminaba de regreso de la Secretaría de Educación Pública hacia Palacio Nacional –un trayecto de apenas cinco minutos–, saludaba a ciudadanos cuando Rivera se acercó por la espalda, la abrazó, intentó besarla y realizó tocamientos indebidos en su torso y cadera.
«Sí sentí la cercanía de este personaje, totalmente alcoholizado», explicó la mandataria, quien inicialmente no percibió la gravedad del acto por estar interactuando con otras personas.
«Decidí levantar denuncia porque esto es algo que viví como mujer, pero que lo vivimos todas las mujeres en nuestro país. Si no presento yo la denuncia, ¿en qué condiciones se quedan todas las mexicanas?», enfatizó Sheinbaum, al anunciar que impulsará una campaña nacional contra el acoso con el lema «No es costumbre, es violencia».
Además, junto a la secretaria de las Mujeres, Citlalli Hernández, revisará las legislaciones estatales para tipificar el acoso callejero como delito penal en todo México, donde en la CDMX ya se castiga con hasta cuatro años de prisión.
El Registro Nacional de Detenciones confirma que Rivera Martínez, de complexión delgada y 1.60 m de estatura, fue aprehendido alrededor de las 21:00 horas del martes por elementos de la SSC y SSPC.
Fuentes penales lo señalan por abuso sexual flagrante, un delito de querella que requiere la denuncia formal de la víctima para proceder.
La presidenta descartó reforzar su esquema de seguridad: «No podemos estar lejos de la gente; eso sería negar de dónde venimos». Criticó la difusión de imágenes del incidente por algunos medios, solicitando al menos una disculpa pública por revictimización.
Organismos como la Secretaría de las Mujeres y colectivos feministas repudiaron el acto, destacando que «ninguna mujer está exenta» y que la cercanía presidencial no justifica invadir el espacio personal.