"No fui respetada": Jenni Hermoso se pronuncia sobre el beso de Rubiales
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La jugadora de futbol, Jenni Hermoso, afirmó que la RFEF la ha presionado a ella y a su familia para que realice una declaración a fin de disminuir la presión mediática sobre el directivo.

En un giro sorprendente, la destacada futbolista Jenni Hermoso ha comunicado su firme determinación de no retomar su posición en la Selección de España mientras los actuales dirigentes, incluido el presidente de la Real Federación Española de Fútbol, Luis Rubiales, permanezcan en sus cargos.

En un comunicado de prensa emitido a título personal, la jugadora, quien ostenta el título de campeona del mundo, arroja luz sobre su decisión y expone un aspecto que arroja sombras sobre su relación con el presidente Rubiales. El detonante de esta postura radica en un incidente durante la ceremonia de entrega de medallas en el contexto del torneo mundialista.

Según Hermoso, la controversia gira en torno a «acciones legales en curso» que ella ha emprendido debido a un gesto inapropiado por parte del presidente Rubiales. El beso que le fue dado durante la entrega de las medallas es el núcleo de la disputa, un episodio que la futbolista describe como intrusivo y realizado sin su consentimiento. En sus propias palabras, Hermoso se sintió «vulnerable y víctima de una agresión, de un acto machista, fuera de lugar y sin ningún tipo de consentimiento por mi parte».

Estas impactantes declaraciones han suscitado interrogantes sobre la cultura y el entorno en el mundo del fútbol, y han llevado a reflexionar sobre la importancia del respeto y la dignidad en todos los aspectos de este deporte tan seguido y admirado.

Comunicado íntegro de la futbolista Jennifer Hermoso:

“Después de conseguir uno de los éxitos más deseados de mi carrera deportiva y tras unos días de reflexión, quiero dar las gracias de todo corazón a mis compañeras, aficionados, seguidores, medios de comunicación y a todos los que habéis hecho realidad este sueño; vuestro trabajo y apoyo incondicional han sido una parte fundamental para ganar el mundial.

En referencia a lo ocurrido el día de hoy. Si bien es cierto que por mi parte no quiero interferir con los múltiples procesos legales en curso me siento obligada a denunciar que las palabras del Sr. Luis Rubiales explicando el desafortunado incidente son categóricamente falsas y parte de la cultura manipuladora que el mismo ha generado.

Aclaro que en ningún momento se produjo la conversación a la que el Sr. Luis Rubiales hizo referencia y que, ni mucho menos, su beso fue consentido. De la misma manera quiero reiterar como ya hice en su momento que este hecho no había sido de mi agrado.

A pesar de mi decisión, tengo que manifestar que he estado bajo una continua presión para salir al paso con alguna declaración que pudieran justificar el acto del Sr. Luis Rubiales. No solo eso, sino que, de diferentes maneras y a través de diferentes personas, la RFEF ha presionado a mi entorno (familia, amigos, compañeras, etc.) para que diera un testimonio que poco o nada tenía que ver con mis sensaciones.

No me corresponde a mi evaluar prácticas de comunicación e integridad, pero sí estoy segura de que como Selección Nacional Campeona del Mundo no nos merecemos una cultura tan manipuladora, hostil y controladora. Este tipo de incidentes se unen a una larga lista de situaciones que las jugadoras hemos venido denunciando en los últimos años por lo que este hecho, en el que yo me he visto involucrada, es solo la gota que colma el vaso y lo que todo el mundo ha podido ver, pero actitudes como esta han sido parte del día a día de nuestra selección durante años.

Por todo ello, quiero reforzar la posición que tomé desde el principio, considerando que no tengo que apoyar a la persona que ha cometido esta acción en contra de mi voluntad, sin respetarme, en un momento histórico para mí y para el deporte femenino de este país.

La situación me provocó un shock por el contexto de celebración, y con el paso del tiempo y tras profundizar un poco más en esas primeras sensaciones, siento la necesidad de denunciar ese hecho ya que considero que ninguna persona, en ningún ámbito laboral, deportivo o social debe ser víctima de este tipo de comportamientos no consentidos. Me sentí vulnerable y víctima de una agresión, un acto impulsivo, machista, fuera de lugar y sin ningún tipo de consentimiento por mi parte.

Sencillamente, no fui respetada.

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