
No cabe duda que la noticia de la partida de Akira Toriyama conmovió a muchos fanáticos. Dejando un gran legado para chicos, grandes y de generación en generación.
Motivo por el cual en América Latina se realizó un Genki-dama masiva, en el cual despidieron al gran creador japonés de “Dragon Ball”, Akira Toriyama.
Los hechos ocurrieron en México y en Argentina este fin de semana, donde miles de fanáticos realizaron reuniones para conmemorar la partida del creador de” Goku”, disfrazarse de algunos comics y lo más importante, recrear el Genki-dama.
En Guadalajara Jalisco, la cita fue el día de ayer en la Glorieta de la Minerva, en punto de las 9 de la mañana, donde decenas de seguidores de Goku participaron en este emotivo momento, el cual quedará marcado en sus corazones.
“No podía faltar en esta despedida, me duele que haya partido, pero nosotros nos vamos a encargar de darle ese reconocimiento que se merece y queremos que todos en todo el mundo realicen el Genki-dama, porque yo sé que nos está viendo y le va a dar mucho gusto que lo hagamos”, dijo Alejandro, un fiel seguidor del creador japonés.
Dicha invitación se viralizó en redes sociales, haciendo la invitación en un espacio icónico para las distintas celebraciones en tierras tapatías.
Una vez en el lugar, se cantó a una sola voz la famosa y tradicional canción de “Dragon Ball” y previo a eso se realizó una convivencia donde muchos de los fanáticos iban disfrazados de los personajes icónicos de la manga.
Momentos más tarde, todos los seguidores se reunieron volteando directamente al sol y levantando sus brazos empezaron a reunir toda la energía del entorno y las criaturas vivientes del planeta y del sistema solar. De esta manera para poder lanzar el famosísimo ataque y recrear esos momentos que se ven dentro de la caricatura.
La única diferencia fue que, en lugar de reunir tal energía para atacar a algún enemigo, fue utilizada para despedir al diseñador japonés Akira Toriyama con aplausos y gritos de alegría por la emoción que se estaba viviendo en esos momentos.
Por último, procedieron a compartir y tomarse fotografías entre los asistentes, hasta que la Glorieta de la Minerva se quedó vacía.
