Buscó a su hija por ocho años y siempre estuvo en SEMEFO
Buscó a su hija por ocho años y siempre estuvo en SEMEFO, autoridades forenses apenas le hicieron la prueba de ADN este año.
María del Rosario Alcalá sufrió en carne propia la incompetencia de las autoridades forenses que sumaron la ineficiencia e irregularidades de la administración anterior,
La señora Rosario vio a su hija María Guadalupe, por última vez el 24 de marzo del 2016, la joven de 16 años fue reportada como desaparecida, siendo su último lugar donde se le vio el municipio de Tlajomulco de Zúñiga, en el fraccionamiento Eucaliptos.
En septiembre del mismo año fue localizado su cuerpo completo y trasladado a las instalaciones del Instituto Jalisciense de Ciencias Forenses en calidad de desaparecida.
La madre buscó hacerse la prueba de ADN durante estos años y se le negaba hasta hace unas semanas que lo logro gracias al apoyo del colectivo de Madres Buscadoras de Jalisco, una Organización no Gubernamental, que busca a personas en calidad de desaparecidas.
En julio fue informada que el cuerpo de su hija había estado en la morgue metropolitana desde hace ocho años e incluso ya había sido sepultado.
Este es tan solo uno de los miles de casos que forman parte de la crisis forense que se vive en Jalisco con escasez de recursos, decenas de cuerpos sin identificar, y cientos de familias esperando respuestas.
Imposible olvidar loa «tráileres de la muerte», que en 2018 circularon por la zona metropolitana de Guadalajara con cadáveres en sus contenedores, pues había saturación de cuerpos en las instalaciones forenses.
Además de que en el tema de personas en calidad de desaparecidas, Jalisco es un foco rojo a nivel nacional, con cerca de quince mil personas sin localizar.