Lamentable la respuesta de AMLO ante hechos violentos en Culiacán
Presidente López Obrador desestima reportes de violencia en Sinaloa, al calificar de propaganda sensacionalista algo que se ve, se nota, se puede cuantificar y duele en el alma
La ola de violencia en Culiacán es mucho más que una “propaganda sensacionalista” como fue calificado por el presidente Andrés Manuel López Obrador, la violencia en la capital sinaloense se ve, se siente, se puede cuantificar y también duele, duele mucho.
En las últimas 24 horas, la ola de violencia en el estado de Sinaloa por los choques entre dos facciones del Cártel de Sinaloa conocidos como Los Chapitos y La Mayos ya dejaron al menos cuatro personas asesinadas, seis personas levantadas y al menos 15 vehículos robados.
Esto se suman al primer reporte de 30 personas muertas, 30 detenidos civiles armados, datos confirmados por el titular de la Secretaría de la Defensa Nacional, Luis Crescencio Sandoval.
Son datos oficiales del gobierno de López Obrador, no es propaganda o campaña mediática, es lo que se puede cuantificar con cifras frías.
Más allá de eso, hay mucho miedo entre la ciudadanía, el pueblo bueno como pomposa y demagoga forma lo nombra el mandatario tabasqueño, este miércoles intentaron reanudar las clases en las escuelas de educación básica en Culiacán, pero ni un solo niño asistió, ninguna madre quiso exponer a sus hijos.
Los supermercados y las farmacias están vacías de mercancías porque los malandros no permiten que entren los trailers con la mercancía para surtir, en una muestra inequívoca de la ingobernabilidad existente.
Además los culichis han sido amenazados por los propios delincuentes de no grabar ni tomar fotografías con sus celulares, se encuentran prácticamente secuestrados en su propia ciudad.
Duele ver a Culiacán metido en esta ola de violencia por la rivalidad y hambre y sed de venganza de dos grupos criminales.
Duele más que en su indolencia desde Palacio Nacional siga pensando que es por obra de sus enemigos imaginarios, para dañar su movimiento, surja esta ola de violencia.
Lo peor es que a pesar de todas las triquiñuelas para debilitar a sus enemigos en el Congreso de la Unión, el Poder Judicial y demás siga pensando que la “mafia del poder” aún puede crear propagandas sensacionalistas para trastabillar su transformación.