
SIAPA ignora reportes persistentes de mala calidad del agua, en la Zona Metropolitana de Guadalajara persisten reportes sobre agua turbia, con mal olor y coloración sospechosa, lo que representa un riesgo para la salud pública.
Vecinos de diversas colonias en la Zona Metropolitana de Guadalajara denuncian que el Sistema Intermunicipal de los Servicios de Agua Potable y Alcantarillado continúa sin atender adecuadamente reportes sobre agua turbia, con mal olor y coloración sospechosa, lo que representa un riesgo para la salud pública.
A pesar de las quejas recurrentes, el organismo reporta una supuesta mejora en la atención, mientras la ciudadanía acumula evidencias de negligencia en el mantenimiento de redes obsoletas.
En los últimos meses, el SIAPA ha recibido miles de denuncias relacionadas con la calidad del suministro, pero su eficiencia en la resolución de estas ha caído drásticamente.
De enero a junio de 2024, el organismo atendió solo el 81% de los 33 mil 173 reportes recibidos, con fallas concentradas en distribución, mantenimiento de redes y alcantarillado.
Esta tendencia se ha extendido al 2025, donde colonias como San Rafael, Progreso y Flores Magón reportan agua amarillenta o café, con sedimentos visibles, sin respuestas efectivas pese a múltiples llamadas al servicio de atención ciudadana.
El 25 de marzo de 2025, una protesta frente a las oficinas centrales del SIAPA en Avenida R. Michel reunió a una veintena de ciudadanos de colectivos vecinales, quienes exigieron soluciones inmediatas con la consigna «Agua potable para la vida, no para los negocios». Según el Instituto Mexicano para el Desarrollo Comunitario, entre enero de 2023 y febrero de 2025 se documentaron más de 4 mil 500 denuncias en al menos 1,066 colonias afectadas por cortes sin aviso, baja presión y agua contaminada.
Las manifestaciones incluyeron muestras físicas del agua recibida, destacando la presencia de sedimentos y olores fétidos.
El 23 de octubre de 2025, usuarios de la colonia Flores Magón en Guadalajara alertaron sobre fugas de aguas negras y obstrucciones en registros que generan mal olor, un problema que persiste desde hace más de un año sin intervención del SIAPA.
Dos días después, el 21 de octubre, vecinos de San Isidro en Zapopan compartieron imágenes de agua «muy turbia» saliendo de los grifos, cuestionando la potabilidad del servicio.
Expertos atribuyen estos problemas a la antigüedad de las tuberías –algunas con más de 50 años– y a la falta de mantenimiento en la red de distribución.
La Comisión Estatal de Derechos Humanos de Jalisco ha emitido recomendaciones desde 2020, como la implementación de planes de contingencia para agua no potable, pero el SIAPA no las ha acatado por completo.
En julio de 2024, el Congreso de Jalisco aprobó descuentos de hasta 50% en tarifas para 51 colonias afectadas, reconociendo la mala calidad del servicio.
Aunque el SIAPA reportó una disminución en quejas por agua «chocolatosa» en el primer trimestre de 2025 –de 2 mil 142 en 2024 a cifras menores–, atribuye parte de la responsabilidad a los usuarios por no limpiar tinacos y cambiar tuberías internas.
Sin embargo, académicos de la Universidad de Guadalajara insisten en que la contaminación inicia en la red pública, agravada por la falta de inversión en renovación de infraestructuras.
Ante el panorama, colectivos como IMDEC planean encuestas ciudadanas en la ZMG para medir la satisfacción del servicio, mientras vecinos demandan acciones concretas: mayor transparencia en muestreos de calidad y un fondo de inversión urgente para modernizar las redes.
El SIAPA, por su parte, anuncia un aumento del 12.5% en tarifas para 2025, argumentando necesidad de recursos para mejoras, lo que genera mayor indignación entre los afectados.
La negligencia persistente no solo erosiona la confianza en el organismo, sino que expone a miles de familias a riesgos sanitarios como infecciones gastrointestinales.
Autoridades estatales y federales deben intervenir para garantizar que el derecho humano al agua potable no sea un lujo en la segunda ciudad más grande de México.
