El pulso del campo sigue firme. Agricultores mantienen su presencia en la carretera Guadalajara–Colima, a la altura del km 40, mientras en la capital del país se decide su futuro. Exigen un precio justo de 7 mil 200 pesos por tonelada de maíz, cifra que —aseguran— apenas cubre los costos de producción ante el alza de insumos y combustibles. Productores de maíz en Jalisco mantienen este lunes su presencia en la carretera Guadalajara–Colima, a la altura del kilómetro 40, mientras esperan los resultados de la reunión que sus representantes sostienen en Ciudad de México con autoridades federales del sector agrícola. Los agricultores forman parte del movimiento nacional que exige un precio de garantía de 7 mil 200 pesos por tonelada de maíz, cifra que consideran necesaria para cubrir los costos de producción y obtener una ganancia justa frente al encarecimiento de los insumos y combustibles. De acuerdo con los manifestantes, la reunión que se realiza en la capital del país es determinante para definir el rumbo de las movilizaciones, pues en ella se busca alcanzar acuerdos con la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural (SADER) y otras dependencias federales. Mientras tanto, los contingentes en Jalisco permanecen en sus puntos de concentración con maquinaria agrícola y vehículos de carga, en espera de las indicaciones de sus líderes. Algunos productores señalaron que, si las negociaciones no llegan a buen término, reanudarán los bloqueos en diferentes carreteras estatales y federales como medida de presión. El movimiento de los maiceros ha tenido presencia en varios municipios de la entidad, entre ellos Zacoalco de Torres, Sayula, Ciudad Guzmán y Autlán de Navarro, donde los campesinos han reiterado que su lucha busca condiciones más equitativas para el campo jalisciense. Además, denunciaron que los precios actuales del grano —que oscilan entre 4 mil 500 y 5 mil pesos por tonelada— no son sostenibles y ponen en riesgo la producción local, lo que podría afectar la economía rural y la disponibilidad del producto en los próximos ciclos agrícolas. Por ahora, las autoridades estatales y federales mantienen comunicación con los representantes del sector para evitar afectaciones mayores en las vialidades, mientras los productores insisten en que no buscan confrontación, sino una solución justa y viable para el campo mexicano.
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El pulso del campo sigue firme. Agricultores mantienen su presencia en la carretera Guadalajara–Colima, a la altura del km 40, mientras en la capital del país se decide su futuro. Exigen un precio justo de 7 mil 200 pesos por tonelada de maíz, cifra que —aseguran— apenas cubre los costos de producción ante el alza de insumos y combustibles.

Productores de maíz en Jalisco mantienen este lunes su presencia en la carretera Guadalajara–Colima, a la altura del kilómetro 40, mientras esperan los resultados de la reunión que sus representantes sostienen en Ciudad de México con autoridades federales del sector agrícola.

Los agricultores forman parte del movimiento nacional que exige un precio de garantía de 7 mil 200 pesos por tonelada de maíz, cifra que consideran necesaria para cubrir los costos de producción y obtener una ganancia justa frente al encarecimiento de los insumos y combustibles.

De acuerdo con los manifestantes, la reunión que se realiza en la capital del país es determinante para definir el rumbo de las movilizaciones, pues en ella se busca alcanzar acuerdos con la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural (SADER) y otras dependencias federales.

Mientras tanto, los contingentes en Jalisco permanecen en sus puntos de concentración con maquinaria agrícola y vehículos de carga, en espera de las indicaciones de sus líderes. Algunos productores señalaron que, si las negociaciones no llegan a buen término, reanudarán los bloqueos en diferentes carreteras estatales y federales como medida de presión.

El movimiento de los maiceros ha tenido presencia en varios municipios de la entidad, entre ellos Zacoalco de Torres, Sayula, Ciudad Guzmán y Autlán de Navarro, donde los campesinos han reiterado que su lucha busca condiciones más equitativas para el campo jalisciense.

Además, denunciaron que los precios actuales del grano —que oscilan entre 4 mil 500 y 5 mil pesos por tonelada— no son sostenibles y ponen en riesgo la producción local, lo que podría afectar la economía rural y la disponibilidad del producto en los próximos ciclos agrícolas.

Por ahora, las autoridades estatales y federales mantienen comunicación con los representantes del sector para evitar afectaciones mayores en las vialidades, mientras los productores insisten en que no buscan confrontación, sino una solución justa y viable para el campo mexicano.

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