
“Huachicol” creció en Jalisco durante los gobiernos de Alfaro y AMLO, cuatro mil 798 tomas clandestinas se han detectado en la entidad durante el actual sexenio, 1500 más que en gobiernos de EPN y Aristóteles.
De absolutamente nada han servido las diferentes estrategias para combatir el huachicoleo en el estado de Jalisco, pues ni el cierre de válvulas en 2019, ni los operativos del Ejército, Marina y Guardia Nacional han impedido que en este sexenio se disparara el robo de combustible en Jalisco.
En información publica de la propia para estatal Petróleos Mexicanos han referido que durante la administración de Andrés Manuel López Obrador se disparó la cantidad de ordeñas clandestinas localizadas comparado al gobierno de Enrique Peña Nieto.
Si tomamos a consideración del 1 de diciembre de 2012 al 30 de noviembre de 2018, seis años de gobierno de Enrique Peña Nieto, en Jalisco se habían detectado tres mil 204 tomas clandestinas; mientras que del 1 de diciembre de 2018 al 30 de junio de 2024, en Jalisco se habían detectado ya cuatro mil 798 tomas clandestinas y con tres meses faltantes para acabar el sexenio.
Si bien la presencia del poliducto de Pemex que viene de Salamanca y cruza por los campos de Jalisco es un riesgo no solo de ahora sí no desde antes, pues en el 2018 Jalisco era el séptimo lugar nacional en tomas clandestinas, hoy a seis años de distancia en el 2024, la entidad ya es el cuarto estado con más tomas clandestinas.
Los huachicoleros han cambiado sus estrategias pues mientras en el sexenio pasado Tlajomulco y Tala eran los municipios donde más tomas clandestinas se localizan, las cifras muestran que se desplazaron ahora al corredor de los municipios de Zapotlanejo, Tototlán, Atotonilco El Alto y Ayotlán.
