
Huracán Melissa representa amenaza catastrófica para el Caribe, con un desplazamiento pausado permite que el sistema acumule energía de las aguas excepcionalmente cálidas del Mar Caribe, lo que agrava los riesgos de impactos prolongados.
El huracán Melissa ha experimentado una intensificación extrema y rápida, alcanzando la categoría 4 en la escala Saffir-Simpson con vientos sostenidos máximos de 225 km/h y una presión mínima de 950 mb.
A las 8:00 a.m. de este domingo, su centro se localiza aproximadamente 193 km al sureste de Kingston, Jamaica, moviéndose lentamente hacia el oeste a 8 km/h.
Este desplazamiento pausado permite que el sistema acumule energía de las aguas excepcionalmente cálidas del Mar Caribe, lo que agrava los riesgos de impactos prolongados.
Melissa se formó como tormenta tropical el 22 de octubre en el Atlántico central y ha sido el 13.º sistema nombrado de la temporada de huracanes 2025, una campaña inusualmente lenta hasta ahora, pero marcada por intensificaciones rápidas en varios ciclones.
Se espera que Melissa continúe fortaleciéndose y alcance la categoría 5 con vientos superiores a 252 km/h durante el día de hoy o mañana lunes, convirtiéndose potencialmente en uno de los huracanes más potentes de la temporada.
Factores como la baja cizalladura del viento y el alto contenido de calor oceánico favorecen esta evolución explosiva.
El sistema girará gradualmente al noroeste y norte, impactando directamente o muy cerca de Jamaica durante el fin de semana y principios de la próxima semana.
Posteriormente, se dirigirá hacia el oriente de Cuba en provincias de Granma, Santiago de Cuba, Guantánamo y Holguín para el martes o miércoles, con posibles efectos en las Bahamas del sureste y Turks y Caicos.
No se prevé amenaza inmediata para el área de Estados Unidos, aunque Florida debe monitorear evoluciones pues Melissa representa una amenaza catastrófica y potencialmente mortal para las regiones afectadas, con impactos que podrían superar en magnitud a huracanes históricos en la zona.
