32 años del dolor más grande en Guadalajara
32 años del dolor más grande en Guadalajara, el 22 de abril de 1992 una serie de explosiones en el sector reforma dejó gran dolor y una herida que aún no sana.
Era miércoles por la mañana, era semana de pascua y no había clases, quizás la tragedia hubiera sido más grande con niños en las escuelas, una serie de explosiones ese 22 de abril de 1992, en el drenaje del sector reforma dejó una enorme pena y gran dolor para todo Guadalajara.
Eran cerca de las 10 de la mañana cuándo la tragedia comenzaba a asomarse, primero fueron las tapas de las alcantarillas que comenzaron a botarse y columnas de humo de color blanco comenzaron a salir de ellas. Cinco minutos después de ello se registraron las primeras dos explosiones, la primera en la esquina de la Calzada Independencia y la calle Aldama, y la segunda en el cruce de las calles Gante y 20 de Noviembre.
En una tercera explosión, un autobús de la ruta 333 fue proyectado por los aires, en la esquina de Gante y Nicolás Bravo dejando varios muertos y lesionados.
En total fueron 11 explosiones que afectaron calles como la Av. González Gallo, Río La Barca, Calzada del Ejército y 5 de Febrero, dañando viviendas y comercios dejando una gran cantidad de muertos y lesionados.
Las cifras oficiales distaron mucho de las cantidades que se dieron a conocer a través de las propias víctimas y de testigos periodísticos quienes dieron fe de estos números, oficialmente se habló de 210 muertes cuando en realidad fueron entre 257 y a través de los años entre los afectados y lesionados ya se ha llegado a 700 muertes a consecuencia de lesiones por las explosiones del 22 de abril.
En cuanto lesionados se habló de 1480 cuando se calcula más de 2000 personas afectadas, también se dijo que hubo 1250 viviendas dañadas cuando un cálculo del colegio de ingenieros dio 1480 viviendas afectadas la mayoría inhabilitadas para vivienda, así mismo hubo 900 comercios afectados en su estructura y otros aspectos por los que ya no pudieron abrir.
Se tuvieron muchas hipótesis del motivo de dichas explosiones e incluso hubo “chivos expiatorios” que terminaron en la cárcel, pero se sabe que el poliducto de hidrocarburo de PEMEX tuvo una filtración de gasolina en las alcantarillas que lo convirtió en una bomba de tiempo que tras estallar dejo una huella imborrable del dolor e impunidad en Guadalajara que aún a 32 años de distancia no deja de doler y causar indignación.